A diferencia de mis padres, yo nunca he sido muy amante de las plantas excepto por dos tipos particularmente: Las Orquídeas y las Rosas.
Hace unos dos o tres años en un paseo con mi esposa visitamos un lugar donde cultivan rosas para exportación; allí vimos más tipos de rosas de las que podríamos imaginar y al final del tour decidimos comprar unas para sembrarlas en nuestra casa.
Ambos nos enamoramos de una rosa en particular; tanto por sus colores pero más aún por su aroma; al parecer la rosa se llama “Julio Iglesias” (no me pregunten por qué!!!)
El caso es que sembramos la rosa en un pequeño espacio que tenemos frente a la casa y nadie es más feliz que yo cuando se aprecia uno o dos botones en sus ramas…cada vez que eso pasa es cuestión de días para apreciar su belleza y sobre todo su delicioso aroma que es un legítimo perfume.
Posiblemente a este punto te estarás preguntando ¿qué tiene que ver esta rosa con un negocio de coaching?
Bueno pues, realmente todo…sigue leyendo y pronto te lo explico.
Cuando trajimos la planta a casa, ésta venía floreada por cuanto su flor tan sólo duraría unos cuantos días. Al llegar tuvimos que prepararnos para sembrarla; fue necesario conseguir algunas herramientas y una vez las teníamos tocó trabajar para sembrarla.
Tuve que hacer un hueco profundo en la tierra para sembrarla, investigar en internet para preparar ese espacio antes incluso de sembrarla y aprender de qué manera debía aplicar el abono para fomentar su crecimiento.
Se preparó la tierra, se abonó el espacio y se sembró la planta.
En ese momento era una planta pequeña y desde entonces cada día la comenzamos a cuidar entre mi esposa y yo…regarla frecuentemente para que sus raíces crecieran y se extendieran pero no demasiado pues podíamos ahogarla.
Tuvimos que aprender a podarla (conseguí un gran mentor…mi papá me explicó como hacerlo)
En ocasiones hubo que deshojarla para abrir paso a nuevas ramas más fuertes.
Tomó muchas semanas antes de ver el primer destello de lo que sería un botón de rosa…la primera rosa que veríamos crecer en nuestra propia casa.
Para entonces habíamos invertido muchísimas horas en su cuido además de abono, agua e incluso pesticidas pues tuvimos un ataque de hormigas que amenazaban con destruirla por completo..hasta eso tuvimos que aprender en el proceso.
Cuidar de esta rosa me ha enseñado muchas cosas que son totalmente similares en el proceso de CREAR clientes para mi negocio de coaching (ya dejé algunas pistas marcadas).
En este proceso he aprendido que por más que deseo ver y oler esa flor, no puedo simplemente halar de una rama y sacarla… existe un proceso natural que hará que la flor salga en su momento y mientras tanto yo sólo tengo control de una cosa y ésta es cuidarla. En nuestra relación yo la cuido y ella a su tiempo llega para alegrarme los días con sus colores y aroma.
No es posible halar una flor para que salga más rápido. Es preciso cuidarla y dejarla salir cuando sea el momento correcto.
Aquí comparto DIEZ ANALOGÍAS que existen entre plantar una rosa y crear un cliente en el coaching:
- Para sembrar una planta hay que prepararse…Para CREAR un cliente también.
- Sin herramientas no es posible sembrar una planta…TAMPOCO es posible crear un buen negocio.
- La planta no se va a sembrar sola, cuando te has preparado lo suficiente y tienes las herramientas básicas entonces toca trabajar para sembrarla. Muchos coaches piensan que basta con herramientas adquiridas al prepararse con sus estudios y algunas herramientas digitales para comenzar a “atraer” clientes pero no sucede así; no al menos para quienes pretenden vivir del coaching…para ello es preciso salir a trabajar como lo harías si tuvieras un empleo de ocho a cinco…debes salir a conectar con las personas, llamar interesados, hacer conversaciones de coaching, dar seguimiento, ofrecer servicios y repetir el ciclo.
- Para preparar el espacio de la rosa debimos investigar; para CREAR clientes que nos inspiren y estén dispuestos a pagar altas tarifas para construir grandes sueños es necesario e importante investigar a nuestro prospecto. Cuando se trata de crear un cliente, yo elijo a quien deseo como mi cliente, lo investigo y lo conozco antes de pensar en acercarme a él. Para cuando me acerco, sé más de el/ella de lo que cualquier otro podría imaginarse.
- A la rosa hay que aplicarle abono para que crezca. A los posibles clientes muchas veces hay que ayudarles a crecer ANTES de que puedan convertirse en tus clientes. ¿De qué manera “abonas” a tus posibles clientes para fomentar su crecimiento?
- Previo a tener la rosa que tanto anhelo es preciso CUIDAR la planta. Lo mismo sucede con esas personas que deseamos como clientes; primero hay que cuidar la relación.
- En ocasiones es necesario deshojar la planta para ayudarle a tener fuerza para sacar una rama que tenga y desarrolle el botón. Hay ocasiones en que es preciso “deshojar” las creencias de nuestros posibles clientes para que desarrollen la fuerza para crecer.
- Fueron muchas las semanas que pasaron antes de ver el primer destello de un botón. Muchas veces toma días, semanas, meses y sí…hasta años antes de ver a una persona con quien hemos mantenido una relación convertirse en un cliente. Pero al igual que la flor, cuando eso sucede te inunda de emoción y alegría.
- Invertimos dinero pero sobre todo horas en el cuido y mantenimiento para un día llegar a ver mi hermosa rosa. CREAR un negocio exitoso de coaching requiere de una alta inversión de tiempo, esfuerzo, compromiso y dinero.
- Por más que cuide de la planta, yo no tengo forma de asegurar que saldrá una rosa; lo único en lo que tengo control es en el cuido que le ofrezco a la planta. De igual forma, no podemos garantizar que alguien nos vaya a contratar como su coach pero de lo que sí tenemos control es del cuido que damos a nuestra relación con ellos.
Me falta mucho para poder considerarme un jardinero pero en el campo de crear clientes de coaching con mucha confianza te digo que si prestas especial atención a estas analogías verás florecer tu negocio muy pronto!
PS. Espero te guste la foto de este post; esa es mi hermosa rosa “Julio Iglesias” por la cual he esperado por meses 🙂