Recientemente tuve una conversación con un colega coach quien muy apasionado por su estilo de coaching y lo que este estilo en particular ha representado en su vida me comentaba precisamente cómo un programa como el que él ofrece le ayudó a literalmente transformar su vida e incluso a descubrir su propósito.
Yo conozco acerca del tipo de coaching que ofrece y de hecho conecto muchísimo con ese estilo el cual vengo estudiando y aplicando desde hace algunos años pero ese no es el punto de este artículo sino una mirada diferente desde la perspectiva de cómo CREAR clientes.
Mi amigo y colega, me invitó muy respetuosamente a que yo debería invertir y vivir una experiencia de este tipo como coachee; algo en lo cual estoy totalmente de acuerdo porque como mencionaba ya he estado expuesto a este tipo de coaching e incluso he tenido algunas sesiones aisladas (no programas) así que de hecho el contratar un programa de estos ya está en mi consideración; pero de nuevo, el caso es el siguiente…
La referencia que mi amigo utilizó para hacerme ver la importancia de que yo lleve ese programa fue totalmente basada en su propia experiencia; lo maravilloso que fue para él y el impacto que ha creado en él. Todo eso está genial pero para mi criterio como coach de coaches que ayuda a sus colegas a aprender a crear clientes, hace falta algo muy importante en el diálogo para que un posible cliente considere más seriamente invertir una suma importante de dinero en un proceso de estos… te lo ilustro a continuación:
Imagina que estás en la entrada principal del edificio Rockefeller en New York; lo único que sabes de él es su nombre porque salió en la película “Mi Pobre Angelito” (una referencia algo antigua yo sé… jajaja). Ahora bien, mientras miras desde la acera hacia arriba apreciando el tamaño de este impresionante edificio, no te mueves de ahí porque no sabes hablar inglés y no tienes la más remota idea de cómo se llega hasta el mirador; si es que se puede! No sabes cómo se adquiere la entrada, no sabes por donde se ingresa y ni siquiera sabes si se sube por elevador o por gradas tradicionales (se imagina!..jeje). En fin, el caso es que mientras estás ahí imaginando lo que podría ser esa experiencia de mirar la ciudad de New York desde lo alto, una persona se te acerca y te habla en tu idioma…
Ohh, qué bien! Por fin puedo hablar con alguien en mi idioma y quizás me pueda ayudar!
Esta persona te comenta que recién acaba de bajar del mirador y que en efecto la vista es espectacular; además, el clima está tan hermoso que hasta se lograr ver la Estatua de la Libertad desde ahí. La persona sigue hablando y contándote lo maravilloso de su experiencia en todo su trayecto y te insiste en que deberías ir a verlo tú mismo. Las palabras se quedan cortas para explicar esa sensación única de ver tan majestuosa ciudad y el mismo Empire State al frente y el nuevo conocido no puede más que insistir en que tienes que vivir esa experiencia.
Claro! Todo suena genial excepto por un detalle; primero no sabes cómo llegar ahí, segundo no hablas el idioma y tercero no sabes si por buena que fue la experiencia para esta otra persona, realmente valdrá la pena gastes/inviertas unos cuantos dólares para subir o si bien será suficiente con ver el edificio desde abajo.
Aún son muchas las interrogantes antes de decidir si realmente quiero invertir mi dinero, tiempo y energía en este ascenso!
Ahora bien, manteniendo la metáfora, imagina que tu nuevo amigo en vez de darte todo el lujo de detalles de su experiencia, te invita a subir al piso #20 de los 70 pisos que tiene el edificio. Se compromete a acompañarte en el proceso de ascenso, te consigue un pase sin costo para que puedas apreciar desde el elevador, algunas primeras impresiones y sobre la sensación/experiencia de comenzar a ver la realidad de la ciudad desde 20 pisos más arriba. No tienes que ir sólo, tienes a alguien que conoce el camino y te acompaña, te deja espacios para que por ti mismo puedas apreciar la sensación de ascender y cambiar la mirada de aquello que desde la acera del frente no se puede imaginar sino viviéndolo.
Luego de ir juntos, incluso de apoyarte en el temor que te generó acercarte a apreciar la vista desde esa altura, has vivido una experiencia única y entonces sabes que quieres más… definitivamente deseas llegar continuar el ascenso y llegar al piso 70. Ya no se trata de comenzar de cero…se trata de continuar el camino hasta completar el ascenso y llegar a apreciar las emociones y sentimientos que evocan la impactante vista de la vida en New York desde 70 pisos de altura… Después de haber ido al piso 20, sabes que quieres invertir tu tiempo, energía y dinero para llegar allá. Ya no importa cómo vivió la experiencia esa persona cuando subió al “Top of the Rock”; de hecho nunca importó! Ahora lo que importa es lo que estás sintiendo mientras comienzas tu propio camino y el hecho de saber que no tienes que adivinar para hacerlo solo!
Ok! Si mi metáfora cumplió su objetivo entonces comprenderás que no es lo mismo explicar que MOSTRAR…
Si eres #coach o #consultor y deseas que tus clientes inviertan importantes sumas de dinero en tus procesos de transformación; es crítico que comprendas que no se trata tanto de tu descripción del impacto que tiene tu programa como de la experiencia que le permitas vivir a tu potencial cliente para que luego de esa experiencia la persona decida si fue lo suficientemente poderosa para querer continuar el camino y replicar experiencias similares mientras “escala” su propio “Top of the Rock”.
Como #coach yo soy ese “desconocido” que apoya a personas como tú a ascender a su propio “mirador” pero no lo hago sin antes permitirle a mis clientes vivir la experiencia única de ver su propia realidad del mundo desde una perspectiva diferente.
Si tienes un objetivo al cual deseas llegar y te encuentras en la acera del frente como en el relato, te invito a que me contactes y con gusto te ofrezco llevarte “al piso #20” para que vivas una experiencia diferente. Todo lo que necesitas es tomar una decisión!
Si eres #coach o #consultor y deseas aprender a CREAR clientes que puedas impactar poderosamente en sus vidas y te permitan hacer de tu vida una obra de arte, te invito a aplicar a mi programa APRENDIZ por 90 DÍAS. Aplica en este enlace y pronto me pondré en contacto contigo: http://bit.ly/CBA90DIAS
===========
Mi nombre es Minor Arias y soy Coach de Líderes y Coaches.
Mi misión es hacer un cambio en la mentalidad de mis clientes para que ellos puedan hacer un cambio en sus vidas!
Mis websites son: