Quiero contarles algo que me sucedió hace un par de días.
Dando un vistazo a un grupo de coaches en el mundo de FB me encontré un post que llamó mi atención.
En él preguntaban si siendo coaches teníamos o no un coach.
Revisando todas las respuestas noté que no eran tantas como en otros posts y que todas las que había hasta ese momento respondían que SÍ tenían uno o varios coaches.
Yo hice mi aporte y no sólo respondí que sí tengo coach (y de hecho tengo varios) sino que incluí dos cosas; en una de ellas indiqué que invierto decenas de miles de dólares al año en mi coaching y lo otro que expresé es que era evidente que quienes NO tenían un coach no estaban opinando en el post; además agregué una pregunta:
¿Cómo esperar que otros inviertan altas sumas de dinero en mi coaching si yo mismo no lo hago?
No pasaron muchos minutos antes de que alguien publicara un post etiquetandome y de una forma muy “política” me mandara a revisar mi ego y mis juicios.
¿Qué haría usted en ese caso?
En el momento que lo leí tengo que reconocer que me ganaron mis pensamientos y me molestó su respuesta; sin embargo NO le respondí. En esos momentos era hora de una sesión de coaching así que lo dejé ahí por el momento.
Horas más tarde retomé el tema y mi respuesta fue la siguiente:
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“Estimado XXXXXX, muchas gracias por su comentario. Me llama la atención que mencione el ego y más aún los juicios pero le propongo algo con mucho gusto. Cuando lo tenga a bien le ofrezco una conversación de coaching y en ella exploramos esos temas. Luego de la conversación y de que me conozca si piensa lo mismo que ahora (lo que sea que ahora esté pensando) con mucho gusto le comparto la información de mi coach (esto fue algo que solicitó en su post)”.
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Pasaron algunas horas y luego respondió que declinaba mi invitación pues ya contaba con un coach, que no iba compartir cuánto pagaba por ello y algunas cosas más que no vienen al caso.
¿Qué deseo aportarles con esta historia?
1. Cuando usted se anime a hablar su verdad, muchos se van a molestar, muchos no te van a comprender y muchos te van a juzgar PERO…muchos otros haran lo opuesto. (En el mismo post otro coach me contactó pidiéndome que le cotice mis servicios y lo invité a una conversación; otro coach escribió para felicitarme pues opinaba igual que yo).
2. Dice un dicho que “No hay que confundir la gordura con la hinchazón“. Lo que para unos puede sonar a EGO, para otros significa hablar su verdad. Creo firmemente que cuanto más inviertes en tu crecimiento, más multiplicas en tu impacto y en las ganancias de tu negocio. Además, etiquetar a alguien de “egocéntrico” sin conocer su historia es a su vez emitir un juicio.
3. Retomando el punto anterior, quienes conocen mi historia saben que en mi primer año independiente incluso lloré porque dejé caer un kilo de huevos y no tenía dinero para comprar otro. Estaba en números rojos (qué digo rojos, morados…) y cada vez que he hecho una alta inversión para crecer he crecido desde el momento mismo en que decidí hacerla pues nunca he invertido en mi formación teniendo el dinero guardado debajo del colchón. Ha requerido sufrimiento al confrontar mis temores para hacerlo, esfuerzo y compromiso para honrar la decisión y tenacidad para seguir adelante cuando las cosas no han salido bien. Si comparto que hoy día invierto decenas de miles de dólares en mi coach, lo hago desde una posición real de servicio pero comprendo que eso a muchos le sonará a “ego”. No tengo problema con ello; yo personalmente prefiero cuestionarme
¿qué puedo hacer para lograr invertir esas sumas en lo que me encanta y apasiona?
4. La siguiente imagen ilustra la realidad de lo que hacemos como emprendedores. Un día es un comentario de algún desconocido en FB, otro día es la falta de apoyo de algún familiar, otro día es la suma de días sin firmar un nuevo cliente y así sucesivamente hasta que un día te encuentras un “Hell Yeah” con un lindo comentario de un cliente actual, un nuevo cliente dispuesto a pagar tu nueva tarifa, un nuevo programa o entrenamiento que ha sido un éxito.
Si estás comprometido en ser un emprendedor que vive del coaching entonces por favor recuerda estas palabras:
NO DESISTAS…CREE EN TÍ AUNQUE PAREZCA QUE OTROS NO CREEN. PERSEVERA, INSISTE, LEVÁNTATE, INNOVA, DISFRUTA Y RECUERDA QUE
“EN EL DESIERTO DE LA ESPERANZA PERDIDA EXISTE EL OASIS QUE USTED HA ESTADO BUSCANDO” -Napoleón Hill”
Una última cosa…YO CREO EN TÍ.
Lo digo en serio!